Se proyecta que este año se descarten 10 millones de celulares; 30% de ellos irá a basureros convencionales, provocando daños al ambiente y la salud.
¿Imagina 10 millones de celulares botados en la calle con el riesgo de que sus baterías implican para la salud y la naturaleza?
Lo anterior no es parte de una pesadilla medioambiental, sino un dato fáctico que hace pocos días dio a conocer Greenpeace con objeto que las personas tomen conciencia respecto a la contaminación que generan los dispositivos electrónicos una vez que acaba su vida útil.
Siendo más específicos, Greenpeace prevé en su informe “El lado tóxico de la telefonía móvil” que durante este año sean descartados unos 10 millones de estos aparatos y que 30% de éstos sean depositados junto con los residuos domiciliarios en rellenos sanitarios o basurales.
Ante esto, la organización medioambientalista denunció que el acelerado incremento en el recambio y descarte de celulares no está acompañado de una infraestructura especial de reciclado y recuperación de los materiales tóxicos y contaminantes que contienen los equipos.
Consumo y descarte en aumento
Según el documento de Greenpeace, el descarte de teléfonos celulares creció cuatro veces en los últimos cinco años.
Según el documento de Greenpeace, el descarte de teléfonos celulares creció cuatro veces en los últimos cinco años.
“Los teléfonos móviles son, junto con las computadoras de escritorio, televisores, pilas y baterías, la porción de los residuos sólidos urbanos que está creciendo más rápidamente y se espera una ola de descarte sea mayor en los próximos años”, dice Yanina Rullo, integrante de la Campaña de Basura Electrónica de Greenpeace.
A esto, se suma el aumento de consumo, la escasa vida útil (estimada en tres años o menos) y que actualmente se recicla menos del 6% del total de los residuos provenientes del sector de tecnología.
“El riesgo de estos residuos radica en sus componentes tóxicos. Además, enterrarlos o incinerarlos representa un despilfarro de materiales como oro, plata, cobre y plásticos que pueden ser recuperados y reintroducidos en el circuito productivo”, agrega Rullo.
Baterias: la carga toxica
Entre las sustancias que tiene un celular y que representan un peligro para el medio ambiente y la salud de las personas está el mercurio, cadmio, cromo hexavalente, PVC y retardantes de fuego bromados, entre otros.
Entre las sustancias que tiene un celular y que representan un peligro para el medio ambiente y la salud de las personas está el mercurio, cadmio, cromo hexavalente, PVC y retardantes de fuego bromados, entre otros.
Cabe subrayar que uno de los elementos con mayor potencial de contaminación son las baterías.
Entre los riegos a la salud que estos compuestos pueden provocar a raíz de un mal manejo, derrame o exposición, está:
· Una alta exposición al mercurio puede provocar daño cerebral, a los riñones o al feto de una mujer embarazada. Además, este mismo componente puede causar cáncer, retraso mental, ceguera y convulsiones.
· Consumir alimentos que contengan cadmio, puede estimular los vómitos y diarrea. Y si se respira, se producen fuertes lesiones en los pulmones.
· Respirar partículas de polvo o tierra que contengan níquel, puede generar cáncer del pulmón y bronquitis.
· Exponerse al cromo puede tener como consecuencia un daño al sistema nervioso central, al sistema reproductivo y a los riñones.
En México se lleva a cabo el Programa de Manejo Responsable de Pilas y Celulares que coloca contenedores en la vía pública para que las personas boten ahí las baterías.
Ahora bien, ¿dónde irá a parar tu celular cuando dejes de utilizarlo?
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